miércoles, 28 de noviembre de 2012

GEORGE HARRISON VIVE


No fue un Hendrix de la guitarra, pero cuántas vocaciones, adhesión, y admiración musical habrá despertado a lo largo de varias generaciones que crecieron escuchando el efecto del fluir de sus manos como soporte sonoro básico de The Beatles.

Ese hombre que fue piedra angular en el sonido que más identifica la humanidad, es quizás el guitarrista con más cantidad de obra trascendente y universal. La música de Beatles cruza todo límite de género, tiempo y nación, y con la cuota de George hasta integró credos distintos para admirarlos y admirar también su labor como artista solitario, todo eso sin precisar ser un prodigio de las cuerdas.

El beatle silente, el beatle relegado, el beatle místico, el compositor esporádico en The Beatles o el compositor abundante siendo sólo George Harrison, esos son los grandes resúmenes que se atribuyen a su figura. 
De tercer beatle -en número de composiciones y popularidad más no en importancia- saltó a ser el primero en publicar un disco como solista tras dejar el cuarteto que aunque amó no le permitió decir todo aquello que deseaba, y vaya que era mucho lo que Harrison tenía por decir, tanto que uno de sus primeros discos, el All Things Must Pass, fue un exitoso disco triple, algo que nadie se atrevió a hacer antes ni siquiera The Beatles.

En su producción Harrison no tuvo que apelar a la experimentación de lírica o de sonido como Lennon para decir lo que cargaba desde hacía años, ni necesitó extralimitar su apuesta melódica a los grados de dulzura que caracteriza a McCartney para poder dejar manifiesta su cálida sensibilidad en suaves temas. Harrison tuvo sonido y voz propia, era diferenciado sin ser radicalmente diferente ni apartado de la esencia que construyó con The Beatles, aún cuando luego la envolvió de esa cuota espiritual que el mundo Krishna le brindó.

Al margen de éxitos Harrison nunca cesó en sus apuestas permanentes por la música donde dejó como momento cumbre su unión en ese súper grupo denominado 
Travelling Wilburys, que integró con los legendarios Bob Dylan y Roy Orbison, además de Jeff Lynne y Tom Petty. Pero no fue la música lo único que abordó, Harrison tuvo motivación por apostar en novedosas propuestas artísticas, lo hizo en el cine donde como productor contribuyó para dar presencia cinematográfica a los más importantes comediantes contemporáneos, los Monty Python, incluso dándose el gusto de participar como extra en la película de los Monty que es considerada la mejor comedia de la historia del cine: La vida de Brian.  

Hacia los 90 ya nos había obsequiado sus inmortales Something, I need you, Here comes the sun, While my guitar gently weeps, My sweet lord, Give me love y muchos temas más que lograron crear en nuestras conciencias sólo agradecimiento por el latente placer de disfrutar su talento; sin embargo igual eso no fue suficiente para evitar que otro perturbado sujeto quisiera hacerle correr la misma suerte que Lennon, al apuñalarlo mortalmente en la espalda. 

Harrison distrajo a la muerte unos años más, pero esta vendría a tomarlo lentamente. Recuerdo que en el 2000 ya se conocía de su cáncer terminal pero se mantenía en reserva el verdadero grado de su mal estado, no fue hasta una semana antes de su muerte cuando se dio a conocer su desahucio, el mundo ya entristecía y muchos seguíamos con enorme atención el inminente desenlace que llegó el 29 de noviembre de 2001. 

Harrison moría y para todos aquellos que crecimos con The Beatles decir que la noticia sonaba golpeando en todos los sentidos y que se sentía demasiado cerca era muy real. No recuerdo haber tenido un sentir de pesar y aflicción tan marcado y consciente en ese grado por otro artista. Perdimos a George ese día pero en realidad fue brevemente, porque en cada canción suya Harrison hasta hoy retorna una y otra vez, y eso es tan real como el sentir que dejó aquel día de su partida.

Algunos temas de Harrison con Beatles y en solitario (play para iniciar)




George cuando era el esporádico gran compositor en The Beatles.


Como guitarrista es uno de los más influyentes de todos los tiempos.

Ejemplar de El Comercio dando cuenta de la muerte de Harrison en portada.






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