viernes, 30 de noviembre de 2012

THE WALL: EL MARAVILLOSO MURO DEL ROCK

Si The Beatles dio los discos más importantes de los ‘60, Pink Floyd hizo lo mismo en los ‘70 con Dark side of the moon y The Wall (publicado un 30 de noviembre como hoy en 1979), y hay que considerar que los ’70 es realmente la década más notable en producción de calidad en el rock.

Siempre me admiré cómo algo de la magnitud de desastre que fue la Segunda Guerra Mundial pudo ser semilla para dar partida a algo totalmente opuesto y fantástico como es esta obra maestra de la música, trabajo casi total del inagotable genio Roger Waters.

The Wall es una observación de traumas y aflicciones que surgen a lo largo de la vida y que resultan afines a todos los hombres, en este caso vistas desde un personaje álter ego de Waters, la estrella de rock en caída "Pink". El dolor ante la muerte, la guerra, el vacío, soledad, la sobreprotección materna, la castrante fábrica de simples iguales que es el sistema educativo, la presión de la fama, drogas y más que terminan sumando un muro que lo aísla para autodestruirse, sin embargo el personaje alucina más bien estar protegiéndose del mundo. La música en The Wall va creando estos climas, ambientando los recuerdos y las situaciones, sacudiendo los sentidos convocándonos al sentir del personaje, qué increíble.

Pero The Wall es más que esa apuesta musical-cerebral, su traslado al cine bajo dirección de Alan Parker y el protagonismo casi mudo del hoy Sir, Bob Geldof, propuso una estética distinta en el cine, en los soundtracks, las artes gráficas, la animación y se le convirtió en una puesta “teatral-operística para estadio”, pienso en lo alucinante que debe ser la puesta del The Wall sonando en 5.1 en un estadio y estoy seguro que es lo mejor que puede servir para el máximo provecho de ese soporte de audio. Esperemos que Waters la traiga nuevamente por Sudamérica algún día y esta vez sí incluya a Perú.

A propósito de Perú, pocos recuerdan que The Wall “participó” de las elecciones presidenciales de 1990 en el Perú. ¿Cómo fue esto?, pues temerosos de la investigación que el candidato Mario Vargas Llosa haría al siempre corrupto régimen aprista, ese partido creó el más infame spot televisivo utilizando precisamente imágenes de la película The Wall para generar una visión tremendista de terror y horror casi apocalíptico de lo que le pasaría al Perú si elegíamos a Vargas Llosa, tanto efecto tuvo el spot que miles giraron su voto hacia lo verdaderamente nefasto para el Perú, el entonces improbable ganador Alberto Fujimori.

LOS TEMAS:

Another brick in the wall (parte II) -qué tales líneas de bajo-, es el tema más conocido del álbum, y en general es el tema más popular de Pink Floyd, pero el disco se compone de otras exquisiteces (mis favoritas del disco) como Mother, un tema suave que desgarra sin rozar la dulzura facilista para mostrar el grado dependiente del personaje absorto en su complejo de Edipo; luego esa delicia triste y desoladora que es Goodbye Blue Sky, qué joya acústica para referir a la guerra.

Empty Spaces, tiene el intro más oscuro del disco y se prolonga en golpes de notas con los clásicos diálogos de fondo para dar paso a esa dolida voz narrativa de Waters para prolongarse hasta el tema más rockero del álbum, Young Lust, imposible no recordar la secuencia de las generosas y calientes groupies en la película bajo este tema; Hey You, magistral alfombra sonora para vestir el desnudo clamor de auxilio de un personaje ya próximo a la locura; Is there anybody out there, esa tétrica voz y el angustiante “grito” agudo de la guitarra de Gilmour te descuadran para dar luego paso a un plácido pasaje acústico.

Nobody Home, bella pero la más dolida de las canciones y capaz de evocar tristeza propia y ajena, qué tal logro de piano y sintetizador para alcanzar ese clima, que alcanza el climax con el grito de Waters “ooooh, babe when i pick up the phone, there`s still nobody home”; luego surge el más breve instante épico con Bring The Boys Back Home; y llega el mayor aporte de Gilmour, una de los temas que debe poseer sin duda uno de los tres mejores solos de guitarra del rock, Comfortably Numb; al llegar a The Trial con justificación me pregunto si no habrá sido este tema el influyente punto de partida para definir la propuesta animada de Tim Burton.

The Show Must Go On impone la fresca placidez que faltaba; luego revienta In the Flesh y es imposible no sacudirse con esa tremenda energía de apertura continua hasta llegar a esos vibrantes multi coros – dudo si demoníacos o divinos-; Run Like Hell me retorna a pasados tiempos cuando incluso utilicé este tema como fondo para un espacio periodístico radial; cuento también Waiting For The Worms
otra pieza épica y contundente en lo rítmico, armónico y coral, con un brevísimo y particular eco de guitarra que por años se había instalado en mi mente como una constante condicional cuando algún sonido de Pink Floyd surgía en alguna parte; podría seguir pero como siempre me ocurre cuando vuelvo a escuchar The Wall, este álbum se convierte en mi favorito de todos al instante y no hay espacio para algo más que no sea preferir seguir escuchándolo.


THE WALL. Tanto el álbum como la película son referentes de la cultura contemporánea.

Roger Waters lleva su obra íntegra por todo el mundo en una alucinante puesta en escena.




Good Bye Blue Sky, la versión de la película es fiel a la del disco.



Comfortably Numb en vivo la última vez que todos los Floyd originales se reunieron.

NEIL YOUNG: EL PADRE DEL GRUNGE

Noviembre no podía irse sin dedicar espacio a otro gigante de la música que también cumplió años, exactamente 67, el pasado 12 de este mes.

Si aún eres de aquellos que cree que la expresión del rock de Canadá está en voz y manos de Alanis Morissette, Bryan Adams o incluso Shania Twain, puedes silenciarlos un buen tiempo y buscar a los verdaderos grandes del rock canadiense como The Guess Who, los increíbles Rush, 
los legendarios Steppenwolf y The Band, y Heart (la mejor banda femenina del rock. Aunque hubo hombres en su alineación las Wilson dirigían el grupo). Estos son la referencia que da prestigio al rock canadiense, sin embargo a la cabeza de este selecto grupo de grandes se ubica Neil Young.

Este notable e influyente artista es para muchos sólo comparable como compositor con Bob Dylan; sin embargo Young le excede al maestro en otras virtudes, es un músico que ha desarrollado con maestría diversidad de géneros, y como guitarrista su nombre se ubica siempre entre los más importantes. En general Neil Young es indiscutible en cualquier lista de los grandes de la música.

Buffalo Springfield es la banda con la que Young inició su carrera en 1966, y aunque la aventura duró sólo un par de años lo hecho fue tan grande que bastó para llegar a ser incluidos en el Salón de la Fama del Rock ¿Alguna otra banda de tan corta vida ha logrado algo así? Canciones como For What It's Worth (recordado en el Perú por ser música del programa El Placer de los Ojos), y Broken Arrow son suficiente para darle tal galardón a cualquier grupo.

Luego en 1969 Young puso sus condiciones para unirse a Crosby, Stills & Nash y tras conflictos y celos, idas y vueltas acabaron más como amigos para mutuo apoyo que como grupo para larga duración.

Apartado de este grupo referente del folk rock Young permaneció en su inagotable búsqueda de sonidos y géneros desarrollados en sus más de 30 álbumes hasta hoy, obra que muestra profundidad lírica y apuesta experimental en sus letras apoyándose en estructuras tomadas de un género para otro, muestra también amplitud musical y desarrollo de diversos géneros (swing, blues, hardrock, folk rock, entre otros). 


Young es además un tipo de inagotables preocupaciones sociales y ambientales, con permanente voz crítica de la política, y comprometido en causas de apoyo a favor de los granjeros de Estados Unidos y de menores con alguna disfunción psicológica, a raíz de la parálisis cerebral de su propio hijo.

Vale mencionar que dentro de la prolija obra del canadiense existe un período de material oscuro y sombrío al punto que pese a completar todo un disco Young nunca llegó a publicarlo (así se mantiene hasta hoy), y dos álbumes de ese período (Time Fades Away y Journey Through the Past), fueron totalmente prohibidos de ser editados en CD. Lo curioso es que a ese período corresponden discos extremos, algunos considerados parte de lo mejor y más cercano al arte que haya hecho, así como también el peor disco de Young. Sin embargo, su genio ha sido incombustible en todo período, obras como Harvest Moon o Philadelphia son clara muestra de ello.

EL GRUNGE
Antes que el Grunge tenga nombre Neil Young ya lo había inventado, las distorsiones y rudeza de guitarras que definieron ese sonido ya se percibían en 1975 en ese tremendo tema para guitarra que es Like a Hurricane, pero se podría señalar como un real tema grunge el Rockin in the Free World, un himno del rock de 1989 (de denuncia del terrorismo y la destrucción del medio ambiente), por ser 
mucho más  expreso en cuanto al característico sonido que define al Grunge.

Si muchos vieron novedad en la sonoridad Grunge e incluso en el look que lucían sus referentes, Young ya se les había adelantado unas décadas. Pero no era sólo cuestión de look y sonido, si Young es visto como el padre del Grunge es por reflejar con más honestidad que todos en ese movimiento su eterna protesta y disconformidad social, su rechazo antisistema, su gesto contestario y rebelde que tanto influenció en bandas como Nirvana y Pearl Jam. Como gesto se recuerda haberse atrevido a burlarse en vídeo de toda la industria alrededor del rock y de la música de Michael Jackson, hecho que le costó ser vetado por MTV, aunque años después esta cadena lo buscó suplicante para pedirle un Unplugged.

Neil Young expermientó con todo lo que atrajo su atención sin medirse en función de resultados comerciales o presiones de productores, Young jamás se encasilló y es probablemente el artista del rock más honesto con su propuesta y motivaciones, a diferencia por ejemplo de la lastimera pose renegada de su fan Kurt Cobain, quien gritaba reclamos y angustia por las exigencias de los productores pero que finalmente cumplía.

Por tantas razones Neil Young se convirtió en una especie de norte o luz a seguir no sólo para Nirvana o Pearl Jam, también ocurrió con Oasis, Sonic Youth, Dave Matthews y Tom Yorke (líder de Radiohead)... Y la lista continuará cruzando generaciones.

La mayor influencia para el Grunge, incluso en el look que  caracterizó a sus exponentes.

Rockero vigente con casi 50 años de trayectoria.

Parte de su videografía en solitario. Altamente recomendable su presentación en la BBC y su Unplugged para MTV.
  
Neil Young con sus fans de Pearl Jam interpretando su Rockin' in the free world.





miércoles, 28 de noviembre de 2012

GEORGE HARRISON VIVE


No fue un Hendrix de la guitarra, pero cuántas vocaciones, adhesión, y admiración musical habrá despertado a lo largo de varias generaciones que crecieron escuchando el efecto del fluir de sus manos como soporte sonoro básico de The Beatles.

Ese hombre que fue piedra angular en el sonido que más identifica la humanidad, es quizás el guitarrista con más cantidad de obra trascendente y universal. La música de Beatles cruza todo límite de género, tiempo y nación, y con la cuota de George hasta integró credos distintos para admirarlos y admirar también su labor como artista solitario, todo eso sin precisar ser un prodigio de las cuerdas.

El beatle silente, el beatle relegado, el beatle místico, el compositor esporádico en The Beatles o el compositor abundante siendo sólo George Harrison, esos son los grandes resúmenes que se atribuyen a su figura. 
De tercer beatle -en número de composiciones y popularidad más no en importancia- saltó a ser el primero en publicar un disco como solista tras dejar el cuarteto que aunque amó no le permitió decir todo aquello que deseaba, y vaya que era mucho lo que Harrison tenía por decir, tanto que uno de sus primeros discos, el All Things Must Pass, fue un exitoso disco triple, algo que nadie se atrevió a hacer antes ni siquiera The Beatles.

En su producción Harrison no tuvo que apelar a la experimentación de lírica o de sonido como Lennon para decir lo que cargaba desde hacía años, ni necesitó extralimitar su apuesta melódica a los grados de dulzura que caracteriza a McCartney para poder dejar manifiesta su cálida sensibilidad en suaves temas. Harrison tuvo sonido y voz propia, era diferenciado sin ser radicalmente diferente ni apartado de la esencia que construyó con The Beatles, aún cuando luego la envolvió de esa cuota espiritual que el mundo Krishna le brindó.

Al margen de éxitos Harrison nunca cesó en sus apuestas permanentes por la música donde dejó como momento cumbre su unión en ese súper grupo denominado 
Travelling Wilburys, que integró con los legendarios Bob Dylan y Roy Orbison, además de Jeff Lynne y Tom Petty. Pero no fue la música lo único que abordó, Harrison tuvo motivación por apostar en novedosas propuestas artísticas, lo hizo en el cine donde como productor contribuyó para dar presencia cinematográfica a los más importantes comediantes contemporáneos, los Monty Python, incluso dándose el gusto de participar como extra en la película de los Monty que es considerada la mejor comedia de la historia del cine: La vida de Brian.  

Hacia los 90 ya nos había obsequiado sus inmortales Something, I need you, Here comes the sun, While my guitar gently weeps, My sweet lord, Give me love y muchos temas más que lograron crear en nuestras conciencias sólo agradecimiento por el latente placer de disfrutar su talento; sin embargo igual eso no fue suficiente para evitar que otro perturbado sujeto quisiera hacerle correr la misma suerte que Lennon, al apuñalarlo mortalmente en la espalda. 

Harrison distrajo a la muerte unos años más, pero esta vendría a tomarlo lentamente. Recuerdo que en el 2000 ya se conocía de su cáncer terminal pero se mantenía en reserva el verdadero grado de su mal estado, no fue hasta una semana antes de su muerte cuando se dio a conocer su desahucio, el mundo ya entristecía y muchos seguíamos con enorme atención el inminente desenlace que llegó el 29 de noviembre de 2001. 

Harrison moría y para todos aquellos que crecimos con The Beatles decir que la noticia sonaba golpeando en todos los sentidos y que se sentía demasiado cerca era muy real. No recuerdo haber tenido un sentir de pesar y aflicción tan marcado y consciente en ese grado por otro artista. Perdimos a George ese día pero en realidad fue brevemente, porque en cada canción suya Harrison hasta hoy retorna una y otra vez, y eso es tan real como el sentir que dejó aquel día de su partida.

Algunos temas de Harrison con Beatles y en solitario (play para iniciar)




George cuando era el esporádico gran compositor en The Beatles.


Como guitarrista es uno de los más influyentes de todos los tiempos.

Ejemplar de El Comercio dando cuenta de la muerte de Harrison en portada.






JOHN MAYALL: EL PADRE BLANCO DEL BLUES

Si bien el mes de noviembre tiene nombres claves para conmemorar por múltiples razones por encima de otros (como Freddie Mercury, Jimi Hendrix o George Harrison), ello no es motivo para dejar de referir a otro personaje igualmente grande y respetado dentro del mundo de la música, principalmente dentro del blues. El gran John Mayall también forma parte de la efemérides celebratoria de noviembre para todo el que aprecia la buena música.

JOHN MAYALL (29 noviembre 1933)
Si hubo un hombre con el genio suficiente para liderar una banda que tuviera entre sus filas a nombres capitales de la guitarra en el rock y blues como Peter Green, Mick Taylor y Eric Clapton, ese fue John Mayall. 
Mayall es la descomunal figura del blues recordada fundamentalmente por crear y dirigir la agrupación John Mayall & The Bluesbreakers. 

Como pocas Bluesbreakers fue una escuela maestra de  notable aprendizaje que sirvió por ejemplo a Mick Fleetwood, John Mcvie y Peter Green para fundar posteriormente Fleetwood Mac, así como a Eric Clapton le representó un paso previo para formar luego el mítico power trio Cream, y a Mick Taylor le permitió dar el salto a The Rolling Stones.

Con Mayall el blues tomó nuevo color, hasta hoy nadie ha podido tomar su lugar de "Padre blanco del blues", y aunque transitó por las más diversas formas de blues y fusiones en sus más de 50 años de trayectoria y sigue vigente, quizás nada de lo hecho luego ha podido superar su extraordinario trabajo más fiel, puro y vibrante de la etapa 60's. Discos como Bluesbreakers, Crusade y ante todo A Hard Road, forman parte de cualquier selección de los grandes álbumes de todos los tiempos.

Alguna vez en Trujillo conversando con Freddie Ortiz, vocalista de Uchpa, éste se declaró su gran fan, y no es para menos si la fusión de su banda tiene esos matices más próximos al hardblues de Mayall (aunque también toma algo de Jeff Beck Group), que al rock propiamente dicho, si es que existe un consenso sobre rock propiamente dicho.

Mayall sigue vigente, y a diferencia de muchas viejas glorias que cuando apenas cruzan la base seis pierden casi toda su calidad de ejecución -mírese a Keith Richards-, el viejo maestro "rompeblues"permanece genial, demostrando que está a la altura de seguir ejerciendo docencia entre sus notables alumnos pasados y sobre todo entre esos nuevos que se aproximan a la búsqueda de un género que lo tiene como inmediato referente. 


John Mayall, a sus casi 80 años sigue vigente.

Clapton reunido con Mayall para celebrar su cumpleaños 70. 



                         A hard Road del disco homónimo (Peter Green a la guitarra).


martes, 27 de noviembre de 2012

HENDRIX: EL SUPREMO DE LA GUITARRA

Así como los Beatles son la referencia habitual cuando se señala la banda más grande del Rock, Jimi Hendrix es el guitarrista con el trono inamovible cuando se trata de nombrar al mejor guitarrista de todos los tiempos.

Pese a la magnitud de su figura siempre hay ignorantes  supinos que afirman que hoy Hendrix no destacaría por existir guitarristas virtuosos de la ejecución y superiores en velocidad como si de eso dependiera el genio creativo. Olvidan sin duda de quién aprendieron esos guitarristas veloces y de quién sus propios maestros, y más aún que la historia para dar cabida a alguien atiende diversos aspectos en el arte de la música. No es superior quien es más veloz o más circense se muestre, sino quien alcanza niveles superiores o notables en composición, creación, influencia, innovación, estilo, brillo, ejecución, renovación de otras propuestas y más, todo eso que Hendrix logró en apenas cuatro años (1967-1970).
Chuck Berry creó el rock and roll al acelerar el blues, pero no fue hasta la llegada de Hendrix que el rock se abrió hacia todos sus extremos límites de poder de sonido y sobre todo de posibilidades de ejecución. Hendrix no inventó el Hard rock o los sonidos duros en el Rock, ya antes que él ahí estaban The Who y Cream, pero sí hizo algo más, los superó a todos.

Cuando Hendrix, que no pudo tener la debida atención debida en EE.UU. –cosa nada sorprendente-, llega a Londres de la mano del bajista de Animals, Chas Chandler, sólo deseaba conocer a algunos de sus ídolos, sobre todo a “God”, Eric Clapton, y aunque públicamente demostró su deslumbrante superioridad en las cuerdas, Clapton lejos de todo celo reconoció esa superioridad y se hizo amigo suyo, lo mismo sucedió con la élite del rock inglés, entre estos Pete Townshend, Jeff Beck, Brian Jones, Mick Jagger,Little Richard, los Pink Floyd, quienes quedaron fascinados por la magnitud incomparable de fuerza y presencia escénica que trajo consigo Hendrix para sacudir a la capital mundial del rock, y sobre todo por esa salvaje manifestación de energía cuasi erótica, orgásmica que encendía para exacerbar su distorsionado sonido único. 
Aunque quién quiso llevar su admiración por Hendrix hacia otro nivel fue John Lennon. Un dato poco referido es que en el año 68 Lennon y Brian Jones (el verdadero talento de los Rolling Stones) quisieron formar un súper grupo que incorporaría precisamente a Hendrix en la guitarra, lamentablemente no se pudo concretar por la oposición de los managers de Beatles, Rolling Stones y Jimi Hendrix Experience, ya que eso habría significado separar y acabar con las tres más grandes bandas del rock británico de ese momento, y desde luego hacer perder mucho dinero a mucha gente.

Lamentablemente este pronto posicionamiento trajo consigo su indesligable vínculo con el alto consumo de drogas, alcohol y sexo, aunque que no afectó ni la humildad ni capacidad de Hendrix. Y aunque muchos entienden en esta relación con el exceso una base para haber nutrido su propuesta psicodélica en sonido el costo parecía llevarlo pronto a un desenlace sin retorno. Oficialmente se dijo que Hendrix murió ahogado en su vómito tras una sobredosis de drogas o de alcohol, aunque en los últimos años se afirma que su propio representante, Michael Jeffery, confesó haber provocado la muerte de Hendrix (18 de setiembre de 1970) dándole unas pastillas al enterarse que iba a ser despedido. La muerte de Hendrix le permitió a Jeffery, como su representante, cobrar un millonario seguro.

Cuatro años bastaron para que Hendrix se convierta en la leyenda que perdura; cuatro años para hacer inmortal a esa banda que con el monstruoso baterista  Mitch Mitchell denominó Jimi Hendrix Experience y dejaron los clásicos Are you Experienced?, Axis: Bold as love, Electric Ladyland (68), además de su álbum en solitario Band of Gypsys; cuatro años para rehacer y superar mediante sus covers temas como Hey Joe o All Along The Watch Tower (de Dylan); cuatro años para innovar las técnicas sonoras de la época, amplificando el sonido y efectos como el trémolo, creando poderosas y virtuosas ejecuciones realizadas con manos, lengua u otros elementos para demostrar que los límites no existen, creando riffs hipnóticos, alucinados y clásicos como Voodo Child; cuatro años para prestigiar a las guitarras Stratocaster más que nunca; cuatro años ofreciendo los más impactantes y crudos conciertos de la época, teniendo en Woodstock, Monterey y el Royal Albert Hall los más memorables; cuatro años para que este prodigioso y zurdo guitarrista autodidacta haya hecho de su obra una imborrable escuela a más de cuarenta años de su muerte y hasta hoy cuando cumple 70 años... siempre vigente.

La mayor leyenda de la guitarra.
Antes que las celebrities actuales, Hendrix grabó material XXX (Jimi Hendrix The Sex Tapes). También existe la película Hendrix, una mediana producción que acerca a la vida del genio.

GRANDES TEMAS DE HENDRIX


Hendrix y Voodoo Child en el mítico concierto de Woodstock.

Mi versión favorita de Power of soul en estudio. Temón.

FIRE, también en Woostock. Aunque mi versión favorita es el Royal Albert Hall. Aún no está en youtube y me bloquearon subirla.

All along the watch tower. Clásico. La hizo más suya que Dylan con su versión original.
HEY JOE.

PURPLE HAZE en Monterrey Pop.

viernes, 23 de noviembre de 2012

FREDDIE MERCURY EN TIEMPOS DE INTERNET

Terminando la década de lo '90 Trujillo perdía su única radio rockera (Stereo Norte), pero contaba ya con un sostenido proceso de expansión de Internet que llegaba para cubrir todas las carencias de buena programación e información que los medios locales no cubrían. El rock se mantenía como un movimiento activo y de fuerte presencia, exhibida sobre todo en cada concierto que hubiese, aún cuando no contaba con espacios permanentes para su difusión, y en el caso de las grandes bandas como Queen, si  bien gozaban de gran popularidad existía una enorme diferencia con el panorama que se aprecia en estos años.

Muchos sabíamos que fuera del Perú el rock era y es el movimiento cultural musical más importante y que existía un inagotable y permanente ansia por redescubrir a Queen y su obra, además de una creciente idolatría por Freddie Mercury que lo estaba llevando a ubicarlo en ese lugar que siempre reconocimos muchos, el de ser la más grande y completa leyenda del rock.



Internet puso las cosas en orden y evidenció lo conocido respecto al valor hacia el rock, mientras en cuanto a Queen y Mercury sorprendía ver a nuevas generaciones fascinadas en el descubrimiento de la banda y sumando sin parar a su legión de seguidores, no por algo es el grupo con más páginas, foros, blogs, y demás, que cualquier otro en el mundo de la música. En incomprensible fenómeno la figura de Mercury crece día a día en prestigio, valoración y aprecio entre nuevos y viejos públicos, todo llevado desde Internet hacia los demás medios, y hoy a pesar de que han pasado 21 años desde la muerte de Freddie Mercury (acontecida el 24 de noviembre de 1991), él y Queen son más grandes y populares de lo que fueron cuando estuvieron juntos. 

La mejor banda en vivo de la historia aún sigue “girando” con éxito, siempre bajo el sentido recuerdo a Mercury. Es como si el público esperara hallar en sus temas y en el sonido Queen que aún destila su socio Brian May algo del espíritu mágico que Freddie generaba para cubrir a todo su privilegiado público. La muerte no siempre garantiza la vigencia exitosa de un artista, si no todos los fallecidos serían tremendamente exitosos; particularmente siempre he creído que Queen ha podido llegar a este punto de confluencia y aprecio creciente de todo aquel que valora la música porque como ninguna otra banda te significa un valioso espacio de partida o un grato destino con el que finalmente te cruzas si disfrutas de algún género musical con brillantes exponentes. Si escuchas Queen tienes rock, pop, ópera, blues, soul, foxtrot, heavy, balada, rock, hardrock, bolero, vals, folk,  etc., y  desde este grupo terminas llegando a esos géneros y sus artistas o en algún momento llegas a Queen desde esos géneros.



Con Freddie y sin Freddie Queen ha alcanzado temas número uno en todas las décadas desde su nacimiento, han ganado todo a nivel individual y como grupo, e incluso los ingleses en el evento más importante que han tenido en este siglo, las Olimpíadas de Londres, presentaron a Mercury y a Lennon como sus máximos personajes de la música. Y es que quizás exceptuando el nivel compositivo de Lennon, Mercury está a años luz de los demás rockeros en cuanto a presencia escénica, dominio de público, capacidad y versatilidad vocal prodigiosa, capacidad musical, y contando además con ese avasallador carisma que sus fans le recuerdan.

Nada detuvo el éxito de Queen a pesar de su sonido tan inglés, mayestético, épico, operístico y deslumbrante que fastidiaba a cierta prensa, éxito en calidad de obra y ventas alcanzados sin apoyo de los medios, y sin contar con el mercado norteamericano donde a partir de la mitad de los 80 fueron prácticamente vetados a raíz del vídeo de I want to break free y por haber realizado un concierto en Sudáfrica en pleno Apartheid.


En Perú también es latente la revaloración a la reina, desde hace años dejó de ser sorpresa en ciudades como Trujillo y Lima la infaltable y permanente tocada celebratoria en honor a esta banda capital. En estos último años los fans de Queen y Freddie ponen en la agenda cultural de los medios del mundo su recuerdo y homenaje, ya sea el día de su cumpleaños o cada 24 de noviembre como hoy al cumplirse 21 años desde que obtuviera su partida de inmortalidad. Día propicio para escuchar los temas de Mercury y su banda de siempre sin el límite de catálogo que imponía la radio cuando apenas nos invadía Internet. 


El mayor showman y el más versátil de los cantantes.


Maradona y Bono entre sus conocidos, Elton John y Michael Jackson sus grandes amigos y admiradores.

Angry bird y el gigante de Internet, Google, rindieron homenaje a Mercury en su último cumpleaños.




Mercury dio a Queen el carácter majestuoso de la banda en imagen y sonido.


CORTESÍA DE ESTE BLOG SE INCLUYE EN LA PARTE DERECHA UN REPRODUCTOR CON MATERIAL SELECTO DE QUEEN Y FREDDIE MERCURY SOLISTA.




NICK DRAKE: EL NOMBRE DE LA BELLEZA ACÚSTICA


En su mejor época y justo antes de acabar con el original Guns ‘n Roses, Axl Rose vivió desesperado buscando crear esa canción que alcanzara a convertirse en su Stairway to heaven o su Bohemian Rhapsody, persiguió su obra maestra y nunca la encontró, aunque, confuso él, creyó haberla conseguido con November Rain. Y es que en su mente estaba la idea de que una obra maestra o belleza en la música sólo podía lograrse trabajando una canción con tales niveles de complejidad, de estructura y de ejecución; tenía razón en parte pero no total, si The Beatles nos enseñaron que las obras de arte podían sonar a sencillez, Nick Drake reforzó esta idea, pero le añadió un nivel de belleza tan sutil y distintivo a su música que su obra subsiste ganando admiración, aunque aún lejos de las masas (como siempre le ocurrió).

Nick Drake (1948 - 25 de noviembre de 1974) es un artista completo al que muy pocos conocieron mientras estuvo vivo (entre ellos Elton John, quien antes de volverse famoso grabó una demo con canciones de Drake), su redescubrimiento se dio acabando el siglo pasado y a partir de entonces ha alcanzado la categoría de artista de culto y hoy son muchos los músicos contemporáneos que han expresado sentirse profundamente influenciados por su trabajo, entre ellos los Blur, The Black Crowes, The Mars Volta, Tom Verlaine, Elliott Smith, Robert Smith (The Cure), Peter Buck (R.E.M.), Badly Drawn Boy, Kate Bush, Paul Weller, Jackson Browne, John Martyn, Norah Jones  y muchos más; incluso en 1999 el periódico inglés The Guardian ubicó su disco Bryter Layter en el primer lugar de su lista “Top 100 de los Álbumes Alternativos” y este mismo disco suele aparecer en otras listas de los grandes álbumes de todos los tiempos, aunque valgan verdades al propio Drake no le gustó del todo el sonido "elaborado" del álbum ya que siempre prefirió lo minimalista.

Nick Drake es un buen cantante, un compositor de nivel poético fascinado con la naturaleza, arreglista y multi instrumentista, pero ante todo es un genial guitarrista acústico, incluso en vida uno de los pocos medios que hizo una crítica a su trabajo en la guitarra lo calificó de “un bello guitarrista de arreglos suaves y hermosos”. Y es que Nick Drake tiene un sonido que extrema la suavidad que se haya podido oír antes en otro artista, tiene esas afinaciones tan particulares que algunos solo califican de raras o extrañas, convocando y creando esos hermosos climas envolventes a los que es tan fácil reconocer como belleza. Nadie que haya escuchado At the chime of a city clock, Northern sky, Saturday Sun, Pink Moon, One of these things first y otros, podría tener otro concepto inmediato para su música (aun cuando hay quienes, como el propio Drake, discuten ciertos arreglos que se hicieron para algunos de sus temas).

Si eso caracteriza su parte artística, su mundo personal fue más difícil de conocer, un personaje aferrado a la soledad, con depresión extrema y resistido a presentarse en vivo (de hecho no existe ninguna grabación en vídeo donde se muestre a Drake cantando, tocando o siendo entrevistado), vivió tan aislado en sí que ello sólo ha provocado se establezcan diversas conjeturas respecto a las reales causas de su muerte a sus cortos 26 años; si fue suicidio, mala medicación o simple descuido, eso quizás será una eterna duda. Un dicho inglés señala que sólo los buenos mueren jóvenes, esto califica con justicia en Nick Drake, el grandioso artista que antepone su nombre a la belleza acústica.


AUDIO: Algunos temas de Nick Drake:.













martes, 20 de noviembre de 2012

37 AÑOS DEL NACIMIENTO DEL VIDEOCLIP


La noche del 20 de noviembre de 1975 rockeros, productores y público en general, vivieron lo que fue considerado uno de los momentos más impactantes de la historia del rock: la emisión del primer videoclip como género, la edición en vídeo del single Bohemian Rhapsody de Queen, a través del célebre programa Top of the Tops de la BBC.

Si bien anterior a este hecho tanto Queen como otras bandas ya habían producido videos que permitían promocionar su trabajo, discos o aventuras cinematográficas, como ocurría con The Beatles por ejemplo, en ese entonces los denominados “pop promos” no eran creados precisamente para distribuirse como un trabajo diferenciado y paralelo para promocionar un single, el videoclip no existía precisamente concebido como género.
Su partida de nacimiento se da inmediatamente después de la exitosa publicación de Bohemian Rhapsody, exactamente el 31 de octubre de ese mismo año, cuando Queen debía afrontar una gira mundial que le iba a limitar promocionar el tema como debían, fue entonces que surge la idea de la banda de crear un material audiovisual que contribuyera a ese propósito, además de suplir la necesidad que tendrían en escena de incluir las decenas de voces que se requerían para lograr la parte coral del Bohemian, y de paso, como cuenta Brian May, les serviría para no tener que acudir al programa Top of the tops, cosa que les desagradaba debido a que en dicho programa sólo se tocaba usando playback.

El grupo, y especialmente Freddie que es en realidad el autor casi total de la obra que muchos consideran la mejor canción del siglo XX, participaron en la producción y propuesta de ideas del novedoso material, cuya dirección se le concedió a Bruce Gowers, quien en los últimos tiempos se convirtió en creador del exitoso programa musical American Idol.

El vídeo que posee la estética oscura pero tremendista y glamorosa propia de la banda en los 70, fue grabado en apenas cinco horas en el estudio cinematográfico Elstree; y pese a los efectos caseros (comparados frente a lo que hoy se puede lograr), posee instantes que marcaron pautas en el camino que luego desarrollarían los demás, como aquella superposición de imágenes de Freddie en estela celeste, y fue lo suficientemente logrado como para ubicarse también entre los vídeos referentes de todos los tiempos al margen de haber sido el primero. Incluso la reedición del vídeo en 1992 (a raíz del éxito en la película Wayne’s world) fue premiada.

A propósito de ello, hay que tener presente que Bohemian Rhapsody es la única canción de la historia que ha logrado ser número uno dos veces en dos épocas distintas (1975 y 1991). Hotel California de The Eagles tiene el mismo mérito pero en realidad se trata de dos versiones diferentes, la original y la acústica de los 90.

No sólo por lo espectacular de la canción de Queen propiamente y todo lo que genera hasta hoy por música y letra (de la que hablaremos en otro momento), y de su inagotable capacidad para impactar y fascinar, sino también como vídeoclip no hubo nada parecido antes del Bohemian Rhapsody, marcó un nuevo camino para la promoción y concepto en todas las bandas de rock, y ciertamente a partir de entonces nadie en la industria de la música, al margen de géneros en cualquier parte del mundo, ha podido prescindir de este tipo de trabajos para alcanzar el éxito, así sea efímero o ya no dependiendo de MTV para difundirse.


Recomendado: El documental “The Story of Bohemian Rhapsody” (BBC), preferible verla subtitulada antes que doblada al español debido a los errores de datos en la traducción.





 Imágenes del video original de 1975.



Memorable escena de la parte coral del Bohemian Rhapsody en la pelicula Wayne's world.

Videoclip original.

 Videoclip versión 1992.


sábado, 17 de noviembre de 2012

¿GRAMMYS, MTV U OTRO? ¿CUÁL ES EL VERDADERO PREMIO DE LA MÚSICA?


La reciente entrega de los anodinos premios Grammy latino, cuya entrega -como es sabido- está dirigido hacia un grupo de amigos o patrocinados de los Estefan y algunas excepciones que permitan hacer girar el negocio más que destacar la música como un verdadero valor de arte, permite oportunamente preguntarse si existe algún premio musical dirigido realmente a destacar lo más valioso del mundo de la música anteponiendo genio creativo y talento artístico antes que el éxito de ventas tal como nos han mal enseñado los responsables de premios como MTV o Grammy en esta parte del mundo; pues sí existe, se llaman los Premio Polar, que son el equivalente a los premios Nobel de la música. Estos reconocimientos son entregados anualmente desde 1992 por la Real Academia Sueca de Música (de manos del Rey Gustavo de Suecia),  a artistas o grupos que hayan alcanzado logros “excepcionales en la creación y avance de la música”, de acuerdo al mismo riguroso proceso de selección, revisión de obra y trayectorias de artistas de todas partes del mundo que reúnan requisitos de creación superlativa y única dentro del genio humano, tal como ocurre con las elecciones de los premios Nobel regulares.
Y aunque muchos crean que aborda básicamente artistas de música clásica o culta, pese a que existen otros premios más destacados en ese rubro, en realidad los Polar alcanzan en su revisión a la mayor cantidad de expresiones musicales en el mundo, por eso su valor aumenta, pues se premia no un género si no la obra misma del autor o autores en actividad a la fecha de su elección.
Así entre grandes destacados tenemos a interpretes clásicos como Isaac Stern (Ucrania-EE.UU.), Mstislav Rostropovitch (Rusia); la leyenda del Jazz Dizzy Gillespie; rockeros como Paul McCartney, Elton John, Bob Dylan, Bruce Springteen, Pink Floyd y Led Zeppelin (por tener a sus creadores aún vivos y en actividad, aunque la banda ya no) ; el genio del R&B Ray Charles; el blusero BB King; la cantautora poética Patty Smith; la inclasificable Björk; los tradicionalistas indio Ravi Shankar y brasileño Gilberto Gil; y el otro sudamericano, el venezolano José Antonio Abreu, tanto por su obra artística como por su Sistema Nacional de Orquestas Infantiles y Juveniles, maravilloso legado a ese país y que hoy el tenor Juan Diego Flores quiere replicar el Perú.
Si bien el Polar puede ser el más importante premio de la música, hay otros al menos dentro del mundo rock que son ciertamente respetables como los Premios Ivor Novello entregados por la Academia Británica de Compositores y Cantautores a los más destacados artistas en esos rubros; y sobre todo quienes alcanzan a ser incluidos en el Salón de la Fama del Rock (sea de EE.UU. o Inglaterra); y finalmente para no ser mezquinos, la verdad MTV a veces la acierta con su categoría Ícono Global.

ABAJO: Led Zeppelin, Pink Floyd y Björk son algunos de los galardonados con el Polar.







viernes, 16 de noviembre de 2012

MAR DE COPAS ESTÁ... DE VUELTA

7 años han debido pasar para que Mar de Copas publique un nuevo material, el single "Dos Caras", y ya las voces del público vuelven a escucharse en el mismo sentido de siempre, adoración y satisfacción de los leales fans y las críticas y reniego de quienes remarcan que como siempre "suena a lo mismo".
 Para ser sinceros, salvo legendarias excepciones, apostar por renovar su propuesta artística y tener éxito (tanto a nivel comercial como de crítica) le ha funcionado a pocos; pero tampoco es que les resulte éxito asegurado a quienes se mantienen en su misma línea, hagamos memoria y digan qué banda o solista ha podido mantener fiel a su público con una misma propuesta y sonido pasadas algunas décadas, quizás solo AC/DC.
Los que hacen música en el Perú saben que resulta muy esquivo tanto el éxito como lograr un público cautivo, y más aún perdurar, y 20 años después se puede decir que Mar de Copas lo ha logrado.
Ahora tampoco es que siempre sonó a lo mismo, si la última década de MDC le parece ultra pop a muchos pues sus primeros discos lo eran más, pero hay que entender que nunca aspiraron a ser precisamente una banda hardrock.
MDC sí suena a lo mismo hace buen rato pero no significa que suene mal, está bien dentro de lo que hacen, y siempre será mejor tener vigentes propuestas musicales o de sonido dentro del rock peruano que nos recuerden que este género, gracias a todos los dioses, no se estandariza ni aligera al punto de los ritmos tropicales radiales.
Punto aparte y valgan verdades, como mayor virtud los MDC tienen el envidiable lujo o privilegio de tener consigo a uno de los públicos más fieles, sea oficialmente en la denominada LISTA o desde fuera, pero haciéndose notar sobremanera en cada concierto que vi de los MDC. Se trata de fans consecuentes, entregados en conciertos, inagotables y presentes en todo el Perú. Este movimiento de culto permanente debe ser junto al de Leusemia el más importante y difícil de replicar para los demás que apenas resisten lograr fans de un verano.



Queda pendiente la confirmación de una gira, siendo así sus devotos fans en ciudades como Trujillo los esperan.






martes, 13 de noviembre de 2012

U2 Y UN GRAN INTRO DEL ROCK

Where the streets have no name (Joshua Tree, 1987).

Fuera de la voz el Rock por lo general nos remite a tres instrumentos básicos, la guitarra (en primer lugar), la batería, y el bajo; sin embargo debido a su complejidad para generar sonidos apela a una serie de otros instrumentos que aportan casi en la misma medida, como por ejemplo el piano, y por encima de este en frecuencia de uso el muchas veces vilipendiado -por "antipurista"- sintetizador.
Sin ánimo de decir que esta sea la mejor canción con uso de sintetizador, porque los fans de Purple y otras bandas se ofenderían, sí me arriesgo a defender que el Where the streets have no name de U2 tiene el mejor intro del rock en ese instrumento. Aún cuando pienso en el tremendo intro del Jump de Van Halen que de hecho resulta más vibrante que el de U2, no hallo obra capaz de arrobar los sentidos, envolverte y ensimismarte en tan breves segundos cuando se le presta la atención debida, hasta suena sacro. 
Tremendo tema que quería compartir y que adicionalmente posee una gran letra y abre el disco que muchos reconocemos como el mejor de la década de los 80, el Joshua Tree.



Mi edición en vinilo del Joshua Tree, el mejor álbum de los '80, de donde se extrae el Where the streets...